Desde
el año 2003 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) celebra el 28 de
abril el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo. Dicha celebración
forma parte de una campaña anual de sensibilización para promover el trabajo
seguro, saludable y decente, y fomentar la prevención de accidentes de trabajo
y enfermedades profesionales. Es también el día en el que el movimiento
sindical honra la memoria de las víctimas de accidentes laborales y
enfermedades profesionales.
Según
estimaciones de la OIT, cada año mueren en el mundo más de 2,3 millones de
trabajadores a causa de accidentes o enfermedades relacionadas con el trabajo.
Cada 15 segundos 153 trabajadores tienen un accidente laboral y un trabajador
muere como consecuencia los accidentes sufridos o de enfermedades
profesionales.
Este
año 2015 el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo estuvo dedicado
la cultura de la prevención. Su instauración y mantenimiento es uno de los
pilares fundamentales de la estrategia global de la OIT. Una cultura de la
prevención implica el derecho a gozar de un medio ambiente de trabajo seguro y
saludable a todos los niveles; la participación activa de los gobiernos, los
empleadores y los trabajadores, a través de un sistema bien definido de
derechos, responsabilidades y deberes, así como la atribución de la máxima prioridad
al principio de la prevención. A este fin se han de emplear todos los medios
disponibles para aumentar la sensibilización, el conocimiento y la comprensión
general respecto a los conceptos de peligro y riesgo, y de la manera de
prevenirlos y controlarlos.
Las
condiciones de trabajo difieren mucho entre países, sectores económicos y
grupos sociales. Los países en vías de desarrollo pagan un precio muy elevado
en muertes y lesiones al estar muchas personas empleadas en actividades
peligrosas. En todo el mundo los pobres y los menos protegidos (mujeres, niños
y emigrantes) son los más afectados.
En
palabras de Juan Somavia, antiguo Director de la OIT, proteger el derecho de
los trabajadores de un entorno de trabajo seguro y saludable es respetar la dignidad
humana y la dignidad del trabajo, y un elemento esencial para la integración
social. Por esta razón, la seguridad y la salud en el trabajo forma parte del
objetivo de trabajo decente y este se convierte en pilar del desarrollo
sostenible, el cual supone crecimiento económico, equidad social y protección
del medio ambiente.
La
contribución de autoridades, sindicatos, formadores, organizaciones de trabajadores y
profesionales de la seguridad es muy valiosa para el logro de una cultura de la
prevención.
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